Asociaciones de parados piden trabajo digno, y el reparto justo de los empleos creados mediante el Plan E.
En tiempos en los que un 20% de la población se encuentra en paro, muchas personas no pueden defender sus intereses con las estructuras clásicas del trabajo. Por ese motivo, el Sindicato Andaluz de Trabajadores ha emprendido la Marcha por la Dignidad y el Empleo en la Sierra de Cádiz. Con anterioridad había organizado una huelga general en esta región, en la que el paro afecta a entre el 30 y el 40% de la población.
El 9 de julio se manifestaron 200 parados en Sestao, convocados por las Asambleas de Parados de Bizkaia. Criticaban la forma de repartir los empleos generados por el Plan E, que consideran injusta y “enchufista”.
La Asamblea de Parados de Zaragoza se concentra cada martes frente el Ayuntamiento bajo el lema de “Los martes al cierzo”, exigiendo el cumplimiento de los derechos básicos a la vivienda, al trabajo y al subsidio por desempleo. En Mollet del Vallès (Catalunya) el 30 de junio se manifestaron 250 personas para pedir al alcalde socialista Josep Monràs “soluciones a sus problemas”. Una de las primeras movilizaciones de parados fue la huelga general en Lebrija (Sevilla) en febrero de 2009. Organizada por CNT y la Asamblea de Vecinos, llegó a parar la práctica totalidad de la economía del pueblo, exigían una bolsa de trabajo autogestionada.
VIAJES MARSANS: LOS EMPLEADOS EXIGEN EL PAGO DE SALARIOS ATRASADOS
Los trabajadores del grupo de empresas turísticas protestan ante el inminente desmantelamiento del grupo empresarial. Desde junio no cobran rentas ni indemnizaciones por la liquidación de sus contratos laborales.
El grupo Marsans fue vendido el 9 de julio por 600.000 euros a Possibilitum Businesses S.L., una entidad que se dedica al desmantelamiento de empresas en crisis. Marsans tiene problemas de solvencia ya que sus antiguos propietarios Gerardo Díaz Ferrán y Gonzalo Pascual Arias, presidente y vicepresidente de la patronal CEOE, han transferido 238 millones de euros a otros negocios suyos.
El grupo no ha pagado salarios desde junio, por lo que 1.500 trabajadores han abandonado la empresa. Aún no han sido indemnizados. Los nuevos propietarios han anunciado el despido de 1.400 de los 2.000 empleados restantes. No han presentado un Expediente de Regulación de Empleo, por lo que los afectados no pueden cobrar el paro. CNT denuncia que, a pesar de tales prácticas, otras empresas de Díaz Ferrán y Pascual obtienen concesiones públicas.
Como respuesta, desde el 7 de julio varios trabajadores ocupan la dirección de Marsans en Madrid. El 15 de julio se concentraron ante distintas sedes de Marsans para denunciar su situación y exigir el pago de sus salarios.
Publicado por Diagonal, Sebastian Frei / Madrid