"Quien se pronuncia por el camino reformista en lugar de y en oposición a la conquista del poder político y a la revolución social no elige en realidad un camino más tranquilo, seguro y lento hacia el mismo objetivo, sino un objetivo diferente: en lugar de la implantación de una nueva sociedad, elige unas modificaciones insustanciales de la antigua." Rosa Luxemburgo

jueves, 13 de agosto de 2015

El FMI reconoció en 2010 que el rescate a Grecia aumentaría la deuda y lo aprobó en contra de sus estatutos

por Fátima Fafatale

Eric Toussaint presenta el informe de la verdad sobre la deuda pública en Grecia

El Fondo Monetario Internacional (FMI) reconoció por escrito el 25 de marzo de 2010 que el rescate a Grecia deprimiría los salarios, las pensiones y el PIB y dispararía la deuda pública y aun así lo aprobó, en contra de sus estatutos, que estipulan que el FMI sólo puede prestar a un Estado miembro si vuelve su deuda sostenible. Es una de las muchas y escandalosas revelaciones del Comité para la Verdad sobre la Deuda Pública griega, presentadas ante el Parlamento heleno el pasado 17 de junio por su asesor científico, Eric Toussaint*, quien denunció «una acción organizada para obligar a Grecia a aceptar el Memorando». 

Mintieron ante el FMI al prometer que bancos alemanes y franceses no venderían títulos griegos

Otro de los documentos que obran en poder del Comité para la Verdad muestra cómo algunos directores ejecutivos mintieron ante el FMI prometiendo que los bancos alemanes, franceses y holandeses no venderían títulos griegos durante los dos años siguientes. «Todo el mundo sabe ahora que los bancos vendieron títulos griegos a pesar de esa afirmación mentirosa, hecha ante la dirección del Fondo Monetario Internacional y nosotros tenemos el documento que confirma ese hecho. Mintieron, por consiguiente, a la dirección del FMI para que aceptara formar parte de la Troika», declaró Toussaint.


No es la única mentira. Y es que, como desvela ahora el Comité para la Verdad, el camino al infierno diseñado para los griegos está empedrado de falsedades. Como la exageración del déficit público griego a través de la falsificación de las estadísticas. «Karamanlis, el 2 de octubre, dos días antes de perder las elecciones, había anunciado un déficit del 6%, y finalmente Papandréu, en marzo de 2010, anunció un déficit del 13,5% al 14%, lo que dio al Fondo Monetario Internacional el argumento que le faltaba para decir que había que rescatar a Grecia».

La Troika oculta al Parlamento los movimientos del rescate griego

Mentiras, pero también encubrimientos. Por ejemplo, la Troika oculta, hasta hoy, al Parlamento heleno los movimientos de las cuentas del rescate griego bajo la excusa del secreto bancario. «Solamente el 10% de los montos anunciados, como habiendo sido prestados a Grecia, llegaron a la tesorería griega. Lo esencial de las cantidades anunciadas parten de nuevo de inmediato, en el caso de que hubieran llegado, ya que todavía no tenemos la prueba de a qué cuenta llegaron», reveló el coordinador a la Cámara.

«Hemos pedido, junto a la presidente del Parlamento, como Comité, al señor Stournaras, actual director del Banco Central griego, que nos suministre información sobre los movimientos financieros entre las cuentas de Grecia en el Banco Central y el BCE. Y el señor Stournaras nos respondió que se negaba a dar esas informaciones porque estaban protegidas por el secreto bancario. Como si los movimientos financieros entre dos instituciones públicas estuvieran protegidos por el secreto bancario como lo están los datos privados de los poseedores de cuentas. Continuamos esperando esas informaciones», prosiguió Toussaint. Porque como Maria Lucia Fattorelli indica en el informe, «es muy posible que la mayor parte de los fondos anunciados jamás hayan llegado a Grecia. Porque hubo sobre todo una operación de intercambio de títulos». Eso sin contar con que una buena parte de los montos prestados se fueron a la recapitalización bancaria.

El BCE reclama a Grecia el 100% de títulos que compró con descuento en el mercado secundario

Ahora bien, con los pagos, los acreedores son implacables. Por muy escandalosos que sean los orígenes de la deuda. Por ejemplo, otro de los descubrimientos de la auditoría es que «el dinero que el BCE reclamará en julio y agosto a Grecia, los miles de millones que Grecia le debe pagar, 6.000 ó 7.000 millones de euros, corresponden a los títulos de 2011 comprados por el BCE con una reducción en el mercado secundario que ahora el BCE reclama su reembolso al 100%».

Y «¿Quién pagó realmente, quién asumió los costes de la reestructuración? Los fondos de la seguridad social, de las jubilaciones. Los trabajadores despedidos de la Olympique Airways, que habían recibido títulos griegos como indemnización del despido, y los fondos de jubilación, que se habían visto obligados a comprar títulos griegos, contra su voluntad, son los que tuvieron que pagar el coste total de la reestructuración», afirmó.

La excepción griega es el tratamiento que le dieron los acreedores

El politólogo belga rechaza la versión oficial de que el problema griego fuera un problema de deuda pública, sino «de creación de una burbuja especulativa de los créditos privados concedidos por algunos grandes bancos europeos, principalmente franceses y alemanes, y por los bancos privados griegos».

Según él, «el problema que tenía Grecia en 2008-2009 era muy similar, aunque se diga lo contrario, a lo que pasó en Estados Unidos entre 2002 y 2007 y que provocó la crisis bancaria que conocemos», a la situación de Irlanda y de España. También se opone a la idea de la excepción griega: «La excepción griega aparece después. El tratamiento que le dieron los acreedores a Grecia, sí que es un tratamiento excepcional, como es la concesión de préstamos bajo condiciones extremadamente duras. Se dictaron medidas muy precisas a través de procesos no democráticos. Son leyes aprobadas sin miramientos bajo el chantaje de los acreedores», sostiene.

Finalmente, en su intervención, Eric Toussaint también se refirió al TAIPED (Fondo de Gestión de la Propiedad Privada del Estado), en concreto, al famoso caso de los 28 edificios públicos que fueron privatizados por migajas. «El dinero fue a parar a una cuenta controlada por los acreedores y por lo tanto, el producto de la privatización fue a parar a los acreedores y no a las arcas del Estado. En cambio, en el contrato de venta de esos edificios, había un acuerdo de leasing y el Estado griego ahora está pagando un alquiler por esos edificios. Y al final, el Estado griego habrá pagado por lo menos tres veces, en pocos años, a los nuevos propietarios privados de esos edificios públicos el monto que recibió por la privatización. Las privatizaciones no sirven para sanear las finanzas públicas. Sirven para el interés particular y llenar los bolsillos de unos pocos, lo que es un signo bien claro de ilegitimidad».

Vídeo integro de la intervención de Eric Toussaint en el Parlamento griego el 17 de Junio. (Subtítulos en español)


Fuente original: CADTM
Publicado también en El Salmón Contracorriente