24 de febrero por Sonia Mitralia
El curso de la historia se acelera y los eventos cataclísmicos de los últimos días en Grecia deben a partir de ahora convencer incluso a los más recelosos: ¡Grecia tiende a convertirse hoy para esta Europa de 2012 en lo que fue España en la Europa de 1936! Esta constatación aparentemente osada no es la ocurrencia de algunos románticos. No, es la ocurrencia de nuestros gobernantes, porque los que nos someten a día completo desde hace casi dos años son ‘los de arriba’, los Merkel y Sarkozy, el FMI y los banqueros, la reacción neoliberal más allá de las fronteras nacionales, son los que han elegido transformar a Grecia en un laboratorio de sus políticas inhumanas y a los griegos en cobayas de su terapia de shock.
Ya va siendo hora de que nosotros, los de debajo de toda Europa, tomemos al pie de la letra lo que nos dicen ‘Merkozy’ y su Troïka, y que actuemos de una vez por todas en consecuencia. Aceptemos el desafío y respondámosles que a partir de ahora, sin tardar, ¡Grecia se va a convertir en un test para nosotros también, para el movimiento de los trabajadores, para los movimientos sociales y feministas, para los pueblos y los explotados de toda Europa!
Sí, hagámosles comprender que sí, que todos somos griegos porque somos plenamente conscientes de que el combate del pueblo griego es más que nunca nuestro combate. Que si consiguen romper las resistencias y someter al pueblo griego, después será nuestro turno, el turno del resto de pueblos europeos, uno detrás de otro, de caer en la trampa…
Quizás recordaréis que al principio nos decían estupideces del tipo “es un caso único y específicamente griego debido al hecho de que los griegos son holgazanes, proclives a la corrupción y a la mentira”. Sin embargo, desde entonces, hemos aprendido que el agujero negro de la deuda no es específicamente griego, que no se ha debido a la pretendida hipertrofia del Estado griego, porque es tan americano como francés, italiano o japonés. En suma, que es típicamente capitalista y su crisis, simplemente… sistémica.
Pero atención a las frases hechas y a los clichés, porque son inoperantes para describir la actual realidad griega. ¿Podemos aún hablar de austeridad incluso draconiana cuando los salarios y las pensiones bajan en Grecia el 40%, el 50% o incluso el 60%? ¿Cuando el poder de compra de la aplastante mayoría de población ya se ha amputado un 50%, 60%, o incluso un 70% ó más? ¿Cuando la clase media de este país está arruinada y en vías de pauperización galopante? ¿Cuando los nuevos asalariados no tocan más que 417 euros y los nuevos pensionistas 320 euros? ¿Es simple “rigor” cuando uno de cada dos jóvenes griegos está desempleado y el paro alcanza ahora el 25%? ¿Cómo podemos hablar de “sacrificios pasajeros” cuando la desnutrición hace estragos entre los niños de primaria y el hambre asoma la nariz en los barrios incluso pequeño-burgueses de las ciudades griegas? ¿Y cómo podemos pretender que todo esto es “necesario para poner en orden las finanzas” de Grecia cuando los verdugos ellos mismos admiten cínicamente que sus políticas impuestas a la fuerza han fracasado, que no hacen más que hundir a este país cada vez más profundamente en una recesión monstruosa y que la deuda griega no podrá jamás ser reembolsada? Entonces, ¿Simple sadismo de la tristemente célebre Troïka o más bien guerra abierta y declarada del capital contra el mundo del trabajo? La realidad cotidiana nos obliga a admitirlo: Sí, en Grecia asistimos a una verdadera guerra de los de arriba contra los de abajo, de los muy ricos contra todos los demás. Y al mismo tiempo no olvidemos, porque es muy grave, que asistimos a la resurrección del peor neocolonialismo, cuando vemos a Grecia humillada y desprovista de prácticamente toda soberanía nacional, tratada por sus pretendidos… ‘partenaires’ europeos como una verdadera colonia, un protectorado bajo tutela, dirigida por un Gauleiter (líder de zona del partido nazi) cualquiera de Madame Merkel y de Monsieur Schaeuble…
¿Y los propios griegos, qué hacen? Atención, no creáis lo que os cuenten. Vuestros medias son como los nuestros: La realidad que nos describen es totalmente irreal. Al hablarnos de la Grecia actual, insisten en el hecho de que hay en Atenas un gobierno de Unión Nacional apoyado por los cuatro quintos de los representantes del pueblo griego. Así pues, si les creyéramos llegaríamos a la conclusión de que los griegos somos masoquistas y nos gusta que nos maltraten…
Evidentemente, la realidad es otra. Una docena de huelgas generales en menos de dos años, innumerables luchas y huelgas muy duras por todo el país, un clima casi insurreccional desde hace meses, un movimiento de Indignados -los Aganaktismeni- que ha barrido toda Grecia en tres meses, enfrentamientos muy violentos con las fuerzas represivas desatadas, ministros y diputados que no osan salir de sus casas desde hace diez meses porque son abucheados o incluso golpeados por la gente, un parlamento asediado cada vez más frecuentemente por cientos de miles de manifestantes que tarde o temprano lo van a asaltar… He aquí un breve repaso de en lo que se ha convertido la rutina casi cotidiana en Grecia desde hace largos meses.
Pero todo esto no representa más que sacudidas premonitorias del enorme seísmo social que se está preparando. En efecto, una ojeada más atenta sería suficiente para que descubriéramos que la cólera popular bate actualmente records históricos, que el país es como un volcán social a punto de explosionar. Por otra parte, los sondeos que se multiplican son elocuentes. ¡El apoyo popular a este gobierno llamado de Unión Nacional no pasa del 8%, mientras que el conjunto de los partidos a la izquierda del PASOK socialdemócrata suman un resultado que supera ahora el 50%! Todo cambia a una velocidad alucinante y el paisaje político griego sufre un verdadero descalabro sin precedentes porque partes enteras de esta sociedad están a la búsqueda de soluciones radicales a la crisis y a su pauperización galopante. ¿Queréis un ejemplo que ilustra perfectamente esta situación totalmente excepcional, que recuerda cada vez más a lo que pasaba entreguerras en nuestro continente? ¡El PASOK que hace dos años ganó las elecciones con un récord del 45% obtiene ahora, según todos los sondeos, menos del 10%, mientras que un grupúsculo de matones neonazis alcanza desde hace poco el 3%! Sí, la sociedad griega ya está experimentando su propia República de Weimer…
Entonces, ¿Qué hacer? Lo primero es gritar alto y claro que los griegos no deben pagar esta deuda que les estrangula y que no es la suya. Que debemos suspender de inmediato su pago. ¿Para qué? Para hacer lo que nos obliga el derecho internacional, la ONU, las convenciones internacionales firmadas por otra parte por nuestros gobernantes: Para invertir las sumas astronómicas consagradas al servicio de esta deuda en la satisfacción de las necesidades elementales de la sociedad griega, a la sanidad, a la educación, las infraestructuras, los servicios públicos, los parados, los chavales hambrientos, las familias monoparentales, los enfermos y los inválidos, las mujeres que ahora son obligadas a asumir gratis y en familia todas las tareas asumidas por los servicios públicos antes de su desmantelamiento y privatización.
¿Por cuánto tiempo? Por el tiempo que haga falta para realizar una auditoría ciudadana de la deuda con el fin de identificar la parte ilegítima que habrá que anular y no pagar. Y todo esto, rechazando obstinadamente caer en la trampa de los chantajes de nuestros verdugos, que nos repiten todo el tiempo que tal política radical conduce automáticamente al país a la salida del euro y de la UE, a un repliegue nacional obligatorio…
No, no, y no. Rechazamos pagar esta deuda y al mismo tiempo permanecemos en la zona euro. Y la razón principal es simple: Porque queremos luchar con vosotros, todos juntos, mano a mano, con todos los pueblos y todos los trabajadores de este continente, para poner patas arriba a esta Europa del capital, de las Merkel y los Sarkozy. Porque queremos crear y amplificar lo que llhttp://www.blogger.com/img/blank.gifamamos la “crisis sistémica” de esta Unión Europea antidemocrática y antisocial de los ricos. Sí, ahora sólo hay una perspectiva, la única realista y realizable, la del combate común de los de abajo por toda Europa. Camaradas, ahora más que nunca la unión hace la fuerza. Unámonos, porque todos juntos podemos cambiar este mundo que se está pudriendo. Antes de que sea demasiado tarde… Y recordad: Si no somos nosotros, ¿Entonces quién? Si no es ahora, ¿Entonces cuándo?...
Traducido por Fatima Fafatale
Este discurso de Sonia Mitralia, miembro del Comité griego contra la Deuda y de la Iniciativa de Mujeres contra la Deuda y las Medidas de Austeridad, fue pronunciado en el encuentro de Marsella del 17 de febrero, organizado por la campaña francesa “por una auditoría ciudadana de la deuda pública”
http://www.cadtm.org/La-Grecia-en-lucha-de-2012-como-la
El curso de la historia se acelera y los eventos cataclísmicos de los últimos días en Grecia deben a partir de ahora convencer incluso a los más recelosos: ¡Grecia tiende a convertirse hoy para esta Europa de 2012 en lo que fue España en la Europa de 1936! Esta constatación aparentemente osada no es la ocurrencia de algunos románticos. No, es la ocurrencia de nuestros gobernantes, porque los que nos someten a día completo desde hace casi dos años son ‘los de arriba’, los Merkel y Sarkozy, el FMI y los banqueros, la reacción neoliberal más allá de las fronteras nacionales, son los que han elegido transformar a Grecia en un laboratorio de sus políticas inhumanas y a los griegos en cobayas de su terapia de shock.
Ya va siendo hora de que nosotros, los de debajo de toda Europa, tomemos al pie de la letra lo que nos dicen ‘Merkozy’ y su Troïka, y que actuemos de una vez por todas en consecuencia. Aceptemos el desafío y respondámosles que a partir de ahora, sin tardar, ¡Grecia se va a convertir en un test para nosotros también, para el movimiento de los trabajadores, para los movimientos sociales y feministas, para los pueblos y los explotados de toda Europa!
Sí, hagámosles comprender que sí, que todos somos griegos porque somos plenamente conscientes de que el combate del pueblo griego es más que nunca nuestro combate. Que si consiguen romper las resistencias y someter al pueblo griego, después será nuestro turno, el turno del resto de pueblos europeos, uno detrás de otro, de caer en la trampa…
Quizás recordaréis que al principio nos decían estupideces del tipo “es un caso único y específicamente griego debido al hecho de que los griegos son holgazanes, proclives a la corrupción y a la mentira”. Sin embargo, desde entonces, hemos aprendido que el agujero negro de la deuda no es específicamente griego, que no se ha debido a la pretendida hipertrofia del Estado griego, porque es tan americano como francés, italiano o japonés. En suma, que es típicamente capitalista y su crisis, simplemente… sistémica.
Pero atención a las frases hechas y a los clichés, porque son inoperantes para describir la actual realidad griega. ¿Podemos aún hablar de austeridad incluso draconiana cuando los salarios y las pensiones bajan en Grecia el 40%, el 50% o incluso el 60%? ¿Cuando el poder de compra de la aplastante mayoría de población ya se ha amputado un 50%, 60%, o incluso un 70% ó más? ¿Cuando la clase media de este país está arruinada y en vías de pauperización galopante? ¿Cuando los nuevos asalariados no tocan más que 417 euros y los nuevos pensionistas 320 euros? ¿Es simple “rigor” cuando uno de cada dos jóvenes griegos está desempleado y el paro alcanza ahora el 25%? ¿Cómo podemos hablar de “sacrificios pasajeros” cuando la desnutrición hace estragos entre los niños de primaria y el hambre asoma la nariz en los barrios incluso pequeño-burgueses de las ciudades griegas? ¿Y cómo podemos pretender que todo esto es “necesario para poner en orden las finanzas” de Grecia cuando los verdugos ellos mismos admiten cínicamente que sus políticas impuestas a la fuerza han fracasado, que no hacen más que hundir a este país cada vez más profundamente en una recesión monstruosa y que la deuda griega no podrá jamás ser reembolsada? Entonces, ¿Simple sadismo de la tristemente célebre Troïka o más bien guerra abierta y declarada del capital contra el mundo del trabajo? La realidad cotidiana nos obliga a admitirlo: Sí, en Grecia asistimos a una verdadera guerra de los de arriba contra los de abajo, de los muy ricos contra todos los demás. Y al mismo tiempo no olvidemos, porque es muy grave, que asistimos a la resurrección del peor neocolonialismo, cuando vemos a Grecia humillada y desprovista de prácticamente toda soberanía nacional, tratada por sus pretendidos… ‘partenaires’ europeos como una verdadera colonia, un protectorado bajo tutela, dirigida por un Gauleiter (líder de zona del partido nazi) cualquiera de Madame Merkel y de Monsieur Schaeuble…
¿Y los propios griegos, qué hacen? Atención, no creáis lo que os cuenten. Vuestros medias son como los nuestros: La realidad que nos describen es totalmente irreal. Al hablarnos de la Grecia actual, insisten en el hecho de que hay en Atenas un gobierno de Unión Nacional apoyado por los cuatro quintos de los representantes del pueblo griego. Así pues, si les creyéramos llegaríamos a la conclusión de que los griegos somos masoquistas y nos gusta que nos maltraten…
Evidentemente, la realidad es otra. Una docena de huelgas generales en menos de dos años, innumerables luchas y huelgas muy duras por todo el país, un clima casi insurreccional desde hace meses, un movimiento de Indignados -los Aganaktismeni- que ha barrido toda Grecia en tres meses, enfrentamientos muy violentos con las fuerzas represivas desatadas, ministros y diputados que no osan salir de sus casas desde hace diez meses porque son abucheados o incluso golpeados por la gente, un parlamento asediado cada vez más frecuentemente por cientos de miles de manifestantes que tarde o temprano lo van a asaltar… He aquí un breve repaso de en lo que se ha convertido la rutina casi cotidiana en Grecia desde hace largos meses.
Pero todo esto no representa más que sacudidas premonitorias del enorme seísmo social que se está preparando. En efecto, una ojeada más atenta sería suficiente para que descubriéramos que la cólera popular bate actualmente records históricos, que el país es como un volcán social a punto de explosionar. Por otra parte, los sondeos que se multiplican son elocuentes. ¡El apoyo popular a este gobierno llamado de Unión Nacional no pasa del 8%, mientras que el conjunto de los partidos a la izquierda del PASOK socialdemócrata suman un resultado que supera ahora el 50%! Todo cambia a una velocidad alucinante y el paisaje político griego sufre un verdadero descalabro sin precedentes porque partes enteras de esta sociedad están a la búsqueda de soluciones radicales a la crisis y a su pauperización galopante. ¿Queréis un ejemplo que ilustra perfectamente esta situación totalmente excepcional, que recuerda cada vez más a lo que pasaba entreguerras en nuestro continente? ¡El PASOK que hace dos años ganó las elecciones con un récord del 45% obtiene ahora, según todos los sondeos, menos del 10%, mientras que un grupúsculo de matones neonazis alcanza desde hace poco el 3%! Sí, la sociedad griega ya está experimentando su propia República de Weimer…
Entonces, ¿Qué hacer? Lo primero es gritar alto y claro que los griegos no deben pagar esta deuda que les estrangula y que no es la suya. Que debemos suspender de inmediato su pago. ¿Para qué? Para hacer lo que nos obliga el derecho internacional, la ONU, las convenciones internacionales firmadas por otra parte por nuestros gobernantes: Para invertir las sumas astronómicas consagradas al servicio de esta deuda en la satisfacción de las necesidades elementales de la sociedad griega, a la sanidad, a la educación, las infraestructuras, los servicios públicos, los parados, los chavales hambrientos, las familias monoparentales, los enfermos y los inválidos, las mujeres que ahora son obligadas a asumir gratis y en familia todas las tareas asumidas por los servicios públicos antes de su desmantelamiento y privatización.
¿Por cuánto tiempo? Por el tiempo que haga falta para realizar una auditoría ciudadana de la deuda con el fin de identificar la parte ilegítima que habrá que anular y no pagar. Y todo esto, rechazando obstinadamente caer en la trampa de los chantajes de nuestros verdugos, que nos repiten todo el tiempo que tal política radical conduce automáticamente al país a la salida del euro y de la UE, a un repliegue nacional obligatorio…
No, no, y no. Rechazamos pagar esta deuda y al mismo tiempo permanecemos en la zona euro. Y la razón principal es simple: Porque queremos luchar con vosotros, todos juntos, mano a mano, con todos los pueblos y todos los trabajadores de este continente, para poner patas arriba a esta Europa del capital, de las Merkel y los Sarkozy. Porque queremos crear y amplificar lo que llhttp://www.blogger.com/img/blank.gifamamos la “crisis sistémica” de esta Unión Europea antidemocrática y antisocial de los ricos. Sí, ahora sólo hay una perspectiva, la única realista y realizable, la del combate común de los de abajo por toda Europa. Camaradas, ahora más que nunca la unión hace la fuerza. Unámonos, porque todos juntos podemos cambiar este mundo que se está pudriendo. Antes de que sea demasiado tarde… Y recordad: Si no somos nosotros, ¿Entonces quién? Si no es ahora, ¿Entonces cuándo?...
Traducido por Fatima Fafatale
Este discurso de Sonia Mitralia, miembro del Comité griego contra la Deuda y de la Iniciativa de Mujeres contra la Deuda y las Medidas de Austeridad, fue pronunciado en el encuentro de Marsella del 17 de febrero, organizado por la campaña francesa “por una auditoría ciudadana de la deuda pública”
http://www.cadtm.org/La-Grecia-en-lucha-de-2012-como-la