Estamos viviendo un momento histórico sin precedentes en nuestra democracia: la indignación se ha transformado -gracias al apoyo masivo de los ciudadanos- en esperanza de cambiar lo que tanto nos indigna. Vamos a necesitar energía, valentía y ganas de trabajar en un proyecto común.
Para evitar que la fuerza de este movimiento de sociedad civil sea fagocitada o manipulada por elementos ajenos a él, proponemos un decálogo de medidas concretas que, de llevarlas a cabo nos conducirán a la democracia plural y justa que exigimos.
1: Respeto real a los valores de justicia, libertad, igualdad y pluralismo.
2: Limitación de las asignaciones económicas y privilegios de los cargos públicos. Incapacitación permanente de los condenados por corrupción para volver a presentarse a unas elecciones. Establecimiento de mecanismos ciudadanos de control de la gestión pública que eviten la corrupción política. Control ciudadano de las actividades económicas de los cargos públicos y establecimiento de un sistema de incompatibilidades que imposibilite el ejercicio y el lucro por actividades públicas y privadas.
3: Modificación de la Ley Electoral. De manera que se garantice la representatividad y proporcionalidad, cuidando que no se discrimine a ninguna fuerza política ni voluntad social, permitiendo la entrada de los partidos minoritarios y acabando con el bipartidismo. No a la barrera del 5%, la más alta de todo el Estado.
4: Profundización en los mecanismos que permitan a la ciudadanía ejercer la democracia directa, como referéndums, en los casos de decisiones socio-económicas importantes. Simplificar los mecanismos para la presentación de iniciativas legislativas populares.
5: Imposición de la consulta popular obligatoria y vinculante para la elaboración y aprobación de los presupuestos municipales, autonómicos y estatales.
6: Modificación y creación de mecanismos de control que aseguren la estricta separación de los poderes públicos. Asegurar la absoluta independencia del poder judicial.
7: Consideración como bienes de utilidad pública los servicios de primera necesidad para la ciudadanía como energía, redes de comunicación, alimentación, transportes y banca. Prohibición por tanto de los monopolios y oligopolios privados en suministro de estos bienes.
8: Derecho al trabajo digno, estable y de calidad. Prohibición de los EREs en empresas con beneficios. Derecho de toda la ciudadanía a prestaciones sociales públicas que aseguren una vida digna.
9: Establecimiento de un sistema fiscal progresivo. Establecimiento a nivel global de un impuesto a grandes fortunas y a las transacciones financieras especulativas. Desaparición inmediata de los paraísos fiscales. Control ciudadano de las prácticas de las entidades bancarias. Prohibición de las cláusulas abusivas en particular respecto de las hipotecas.
10: Convocatoria de una Asamblea Constituyente.
Esto todavía no son propuestas definitivas, han sido elaboradas porque nos piden propuestas, quienes nunca han tenido propuestas.
Nos piden programa político quienes se saltan sistemáticamente sus programas políticos.
Nos piden transparencia quien nunca nos ha contado nada. Quien nunca nos ha preguntado nada.
Nos piden propuestas quienes tienen millones y millones, a quienes tenemos carpas y cartones, precariedad y paro, deudas y más deudas.
Nos piden propuestas porque el poder ya no son ellos, el poder somos nosotros y nosotras.
Nos piden propuestas porque tienen prisa, tienen prisa porque tienen miedo.
Pero nosotros y nosotras no tenemos prisa, porque el tiempo ahora ya no es el suyo. El tiempo es nuestro.
Tenemos paciencia porque sabemos que esto va a crecer.
Tenemos paciencia porque no tenemos miedo.
Nos piden programa político quienes se saltan sistemáticamente sus programas políticos.
Nos piden transparencia quien nunca nos ha contado nada. Quien nunca nos ha preguntado nada.
Nos piden propuestas quienes tienen millones y millones, a quienes tenemos carpas y cartones, precariedad y paro, deudas y más deudas.
Nos piden propuestas porque el poder ya no son ellos, el poder somos nosotros y nosotras.
Nos piden propuestas porque tienen prisa, tienen prisa porque tienen miedo.
Pero nosotros y nosotras no tenemos prisa, porque el tiempo ahora ya no es el suyo. El tiempo es nuestro.
Tenemos paciencia porque sabemos que esto va a crecer.
Tenemos paciencia porque no tenemos miedo.
ACAMPADA VALENCIA, MAYO 2011
http://www.acampadavalencia.net/decalogo/#castellano