Contra los préstamos tóxicos de las administraciones locales
por
Patrick Saurin
Aunque las autoridades de control se muestran
incapaces de reaccionar ante el estrangulamiento de las finanzas locales
por parte de los préstamos tóxicos, las administraciones sí pueden
hacerlo. Aquí tenemos varias vías.
Los préstamos tóxicos, que los
bancos denominan sin pudor “préstamos estructurados”, abarcan todo un
abanico de préstamos propuestos a las administraciones, a los hospitales
y organismos de viviendas sociales que han llevado a esos actores
públicos a especular, cuando esa actividad les está prohibida por ley.
La particularidad de este tipo de préstamos es hacer soportar sólo a los
prestatarios un riesgo muy importante puesto que la evolución del tipo
de interés, imprevisible y a menudo sin límite, viene determinado por un
mecanismo poco comprensible, tal que la tasa de cambio de moneda o la
diferencia entre tasas cortas y tasas largas.