por Nick Dearden
Hace diez años, 60.000 activistas se reunieron en Florencia durante
el primer Foro Social Europeo para discutir la construcción de otro
mundo. Esa reunión, cuatro meses antes de la invasión de Irak, fue el
catalizador de las manifestaciones del 15 de febrero de 2003, las más
grandes que Europa ha visto, por no hablar de la campaña internacional
por la justicia fiscal, el impuesto sobre las transacciones financieras y
otros. La campaña contra la deuda del Tercer Mundo fue un tema
importante en el evento.
Este fin de semana nos volvimos a reunir en Florencia y de nuevo la deuda fue uno de los temas cruciales – esta vez cómo derrotar el ciclo de deuda y austeridad que está desgarrando el corazón de Europa.
El propósito de Florencia 10 +10 era empezar a crear un movimiento
europeo capaz de este desafío, ir más allá – de las palabras a los
actos. El telón de fondo de la reunión se estableció la víspera del
inicio de la conferencia, cuando el parlamento griego discutió su
paquete de austeridad más draconiano hasta la fecha. Fuera del
parlamento griego, cañones de agua fueron utilizados por primera vez
desde la dictadura. Plaza Syntagma en Atenas no era visible a través de
las grandes nubes de gas lacrimógeno, mientras que el Parlamento cedía a
las exigencias de la UE y el FMI y recortaba 8.000 puestos de trabajo
más de la administración pública, reducía las pensiones y el salario
mínimo y vendía más del país al 1% .
Los activistas griegos que asistieron a la conferencia de la deuda ICAN
estaban consternados, contándonos el verdadero alcance de la
destrucción social en su país. Por ejemplo: los inmigrantes son ahora
perseguidos y atacados por pandillas neo-nazis que adoran a Hitler y
controlan varias secciones de Atenas. Están protegidos por una policía
que pasa su tiempo golpeando a manifestantes indefensos: “Yo mismo fui
golpeado dos veces” nos dice un activista “y el que parece o se comporta
de manera diferente – activistas, extranjeros, homosexuales – son todos
objetivos de los nazis.” Parece increíble que estas cosas estén
sucediendo en una parte de nuestro continente, bien conocida por los
turistas durante décadas.
Un día después de la decisión sobre los presupuestos, Grecia fue
informada por sus amos la Troika – la UE, el Banco Central Europeo y el
FMI – que todavía no había hecho lo suficiente para garantizar el
siguiente tramo de financiación que lo salvaría de una hipotética
«quiebra». No es de extrañar, ya que son los mismos ‘rescates’, que no
han hecho nada para que la gente de Grecia y sólo han servido para pagar
a acreedores alemanes, franceses y británicos, los que han producido la
austeridad que hace hincharse el globo de la deuda del país. El
desempleo ha superado el 25% y se acerca al 60% en los jóvenes. El
sadismo económico corre rampante en todo el continente.
En Florencia, activistas contra la deuda de Grecia se reunieron con
colegas de Portugal, España, Irlanda, Italia, Francia y Bélgica para
discutir la forma en que se enfrentan a las políticas e instituciones
que han creado esta crisis. Los grupos de auditoría de la deuda se han
originado sobre la base de las campañas desarrolladas en países como
Brasil, Filipinas y Ecuador. Creen que no es legítimo obligar a la gente
a pagar las deudas acumuladas por bancos imprudentes, que jugaron y
perdieron. Argumentan que estas deudas deben ser auditadas por el pueblo
y se deben tomar decisiones democráticas acerca de cómo lidiar con
ellas, incluyendo el repudio de las deudas consideradas ilegítimas. La
idea de que una gran parte de estas deudas son ilegítimas – resumida en
la consigna popular: “No debemos, no pagamos” – subyace en sus intentos
de poner en duda todo el sistema financiero que nos ha llevado a la
crisis.
Los grupos de la deuda están ganando apoyo sustancial entre sus
sociedades. En España, el ex director gerente del FMI y ex ministro de
Hacienda español Rodrigo Rato, se enfrenta a un juicio impulsado por el 15M
por su papel como presidente del colapsado grupo Bankia. En Bélgica,
los activistas de la deuda están llevando a su gobierno ante los
tribunales por haber violado la constitución en el rescate del quebrado
banco Dexia, alegando que sus actividades especulativas infectaron a
gobiernos locales por todo el país. En Italia y en Francia, los grupos
de auditoría de la deuda están capacitando a los activistas para cavar y
cuestionar deudas de los municipios locales, pidiendo información sobre
quiénes se beneficiaron y por qué fueron suscritas.
En España, el foro Agora 99,
acercó el espíritu del movimiento Indignado al tema de la deuda –
atando deuda personal, deuda estudiantil, deuda bancaria y deuda
soberana en una búsqueda para recuperar nuestros derechos. Activistas en
España están liderando el movimiento contra los deshaucios; al impedir
que las personas se queden sin sus casas, son capaces de trabajar con
los ciudadanos para darles una mayor comprensión de la situación creada,
en el caso de España, por una burbuja inmobiliaria alimentada por la
especulación bancaria europea.
El crecimiento de los movimientos de deuda personal en los EE.UU. y
más allá, brotes del movimiento Occupy, prometen alianzas similares en
todo el mundo, permitiendo a los activistas llegar al corazón del nexo
profundo entre la deuda y los bancos en nuestra sociedad.
La conferencia de Florencia alentó la “convergencia” de diferentes
corrientes de pensamiento y activismo. Demandas y actividades en torno a
la deuda se unieron con propuestas de reforma fiscal, la supresión de
pacto fiscal de la UE y la democratización de la banca. A su vez, éstos
se unieron con propuestas para recuperar de las manos de las
corporaciones multinacionales nuestros recursos, como el agua y la
tierra.
La formulación de una posición común no es fácil, pero la base de una
hoja de ruta para un movimiento europeo se acordó finalmente. Un
día importante en la lucha se será el 23 de marzo contra la próxima
cumbre de la UE en Bruselas, junto con una movilización de las mujeres
contra la deuda y la austeridad el 8 de marzo, un bloqueo al Banco
Central Europeo a finales de mayo y una cumbre en Grecia en junio. La conferencia también aprobó la histórica huelga general convocada por cinco países el 14 de noviembre de 2012.
Estas actividades son importantes porque es sólo a través de la
acción que se podrá construir la confianza necesaria entre movimientos,
campañas y sindicatos para dar forma a un movimiento genuinamente
europeo. Sentarse en una sala y discutir demandas tiende a resaltar las
diferencias en lugar de lo que tenemos en común.
Muchos participantes de los países peor afectados por la crisis,
especialmente Grecia, tienen razón en sentirse decepcionados al no
aprobarse una acción más clara de solidaridad con su lucha. Un
movimiento capaz de llegar a millones de personas para manifestarse
contra la guerra ilegal en Irak y llevar a instituciones como la OMC y
el FMI a una parada de más de 10 años, tiene el deber de hacer más –
mucho más – a poner el foco sobre el gran crimen que se está cometiendo
contra nuestros vecinos, nuestra propia sociedad.
Florencia fue planteada como una llamada de atención a las
organizaciones activistas de toda Europa. Necesitaremos muchos espressos
más si queremos tener esperanza de dar vida a algo que realmente pueda
llamarse un movimiento europeo. Se ha avanzado, pero con la
desintegración de Grecia ante nuestros ojos, nos encontramos en una
carrera contra el tiempo.
http://auditoriaciudadana.net/2012/11/19/los-intentos-de-florencia-10-10-por-despertar-a-los-activistas-de-europa-cuanto-tiempo-mas-podemos-abandonar-a-grecia/
http://auditoriaciudadana.net/2012/11/19/los-intentos-de-florencia-10-10-por-despertar-a-los-activistas-de-europa-cuanto-tiempo-mas-podemos-abandonar-a-grecia/