¡Rompamos las cadenas del endeudamiento!
El sistema de la deuda continúa haciendo estragos en la vida de las personas alrededor del mundo. Los pueblos del Sur confrontan a diario los impactos y las consecuencias del endeudamiento financiero de sus países que, lejos de aliviarse, aumenta con la crisis y la búsqueda de ganancias extraordinarias de parte de los capitales más concentrados. Continúan además con la carga de una deuda histórica, social, ecológica y climática impaga, que al ritmo de las falsas soluciones, también sigue incrementando.
En Europa y América del Norte, la seguridad social está siendo desmantelada en nombre de la austeridad fiscal, mientras que millones de personas no pueden encontrar trabajo digno y los presupuestos militares crecen.
Por dondequier, los pueblos luchan para obtener la prestación de servicios públicos y derechos básicos como la salud, la educación, el agua, la vivienda, la previsión social, la reforma agraria y urbana, mientras los gobiernos privilegian el pago del servicio de una deuda muchas veces malhabida.
Por dondequier, los pueblos luchan para obtener la prestación de servicios públicos y derechos básicos como la salud, la educación, el agua, la vivienda, la previsión social, la reforma agraria y urbana, mientras los gobiernos privilegian el pago del servicio de una deuda muchas veces malhabida.
Son las bases mismas del sistema que están mostrando sus falencias. Sin embargo, la mayoría de los gobiernos junto con las Instituciones Financieras Internacionales (IFIs) persisten en la búsqueda de "soluciones" a los problemas de nuestros pueblos que sólo los empeoran, al colocar a los mercados financieros y la deuda en el centro de su respuesta a la crisis por ellos mismos provocada.
En lugar de nuevos mecanismos de endeudamiento y de perpetuar la ilegitimidad de la deuda, los pueblos claman por el repudio de las deudas ilegítimas y odiosas y alternativas económicas y de financiamiento soberanas y democráticas que partan del respeto a los derechos humanos y la Naturaleza.
Unamos nuestras fuerzas y digamos NO a la deuda ilegítima: adquirida en nombre de los pueblos, pero destinada a beneficiar a unos cuantos banqueros y políticos corruptos, a las grandes multinacionales, a los intereses especulativos, a la criminalización y represión contra la resistencia popular. Los pueblos del mundo demandan la rendición de cuentas y transparencia en el manejo de las finanzas publicas. Exigimos la suspensión del pago de la deuda y la realización de auditorías integrales y participativas de la deuda ¡AHORA! La protección de los derechos humanos debe ser la prioridad de los Estados.
¡Rompamos las cadenas del endeudamiento! para así poder trabajar juntos en cuestiones centrales de la vida: la erradicación de la pobreza, el goce de los derechos humanos y la defensa de los pueblos y de la Naturaleza, la soberanía política y financiera y la construcción de sistemas económico-sociales incluyentes y equitativos para todas y todos.
Para construir este otro mundo posible, la movilización de los pueblos es nuestra herramienta principal. Por eso, convocamos a hacer confluir nuestras acciones en todo el planeta, del 8 al 16 de octubre, en la Semana de Acción Global contra la Deuda y las IFIs. Invitamos a todos a unirse, a maximizar su creatividad y a realizar todo tipo de acción apropiada para visibilizar nuestras demandas comunes y apoyar luchas concretas. La Semana incluye varias jornadas especiales que contribuyen a fortalecer la formación de alianzas con otras luchas, movimientos y redes, entre ellas:
12 de octubre: Minga Global de Defensa de los Derechos de la Madre Tierra y Día de Acción Global contra el Capitalismo (Asamblea de Movimientos Sociales)
13 de octubre: Día de Acción ¡Banco Mundial fuera del Clima!
15 de octubre: Día de Repudio a la Deuda en memoria de Thomas Sankara y Movilización Internacional del Movimiento de los Indignados/as