Foto: Eric De Ruest (CADTM-Bélgica) desde Quito |
El jueves 30 de septiembre de 2010 fracasó en Ecuador un intento de golpe de Estado. Un sector importante de la policía nacional mantuvo secuestrado cerca de doce horas al presidente Rafael Correa después que éste fuera a convencer a los policías para que aceptasen la ley sobre servicios públicos, aprobada en primera lectura por la Asamblea nacional el día anterior. Esta ley tiene entre sus objetivos acabar con algunos privilegios financieros otorgados a policías y militares.
Un sector de las fuerzas armadas, en particular el aeronáutico, y también de la policía, tomaron el control de los principales aeropuertos durante unas doce horas. El ex presidente Lucio Gutiérrez, que tuvo que dimitir en 2005 a causa de las protestas populares, apoyó, desde Brasilia donde se encuentra, el intento de golpe de Estado y declaró que se trataba de poner fin al mandato de Rafael Correa. Un grupo de opositores a Correa, entre los que había policías de civil y Pablo Guerrero— abogado de Lucio Gutiérrez y miembro activo de su partido—, forzaron las puertas de la televisión y de la radió públicas en la tarde del 30 de septiembre. Lo menos que se puede decir es que la situación era confusa en cuanto al estado mayor policial puesto que Rafael Correa permaneció secuestrado durante cerca de doce horas en un hospital de la policía. Por su parte, el estado mayor de las fuerzas armadas garantizó su apoyo al presidente, sin embargo tardó mucho en dar la orden para la liberación de Correa y el restablecimiento del orden constitucional. Probablemente, las fuerzas armadas hayan condicionado el apoyo al presidente al otorgamiento de concesiones a las demandas de los militares. La CONAIE, principal organización de los pueblos indígenas de Ecuador, denunció el golpe de Estado aunque mantiene sus críticas con respecto a la política del gobierno de Rafael Correa. Finalmente, hacia las 21 horas, hora de Quito, del 30 de septiembre, el ejército liberó al presidente, enfrentándose a los policías amotinados. Parece que así se evitó un desenlace trágico de la sublevación policial, que podría haber degenerado en un verdadero golpe de Estado. No obstante, la situación permanece inestable y se debe continuar con la vigilancia. Después del golpe militar en Honduras en 2009, que se benefició del sostén de Washington y sus aliados en la región, existe un verdadero riesgo de que se reproduzcan otras tentativas de golpe de Estado. La derecha en Paraguay lo expresa públicamente.
El CADTM recuerda que el presidente Rafael Correa es un presidente democrático. Fue elegido dos veces consecutivas (en 2006 y 2010) en elecciones democráticas. Desde el comienzo de su mandato, su gobierno puso en marcha una serie de medidas positivas como: un proceso de reforma política democrática que dotó al país de una nueva constitución en 2008; una reafirmación de la soberanía de Ecuador al poner fin a la presencia del ejército de Estados Unidos en la base de Manta; una auditoría sobre la deuda pública —en la que el CADTM colaboró activamente— que llevó a la suspensión del reembolso de la deuda externa, que a su vez permitió reducir de manera importante el volumen de dicha deuda; un aumento de los gastos sociales; la promoción de la integración latinoamericana; una iniciativa tendiente a proteger el medio ambiente al renunciar a la explotación del petróleo del subsuelo de la Amazonia ecuatoriana, en la reserva del Yasuní; la creación de una televisión y una radio de servicio público en un país donde los medios de información estaban totalmente controlados por las grandes compañías privadas, en particular por los bancos privados. Estos avances fueron posibles gracias a las fuertes movilizaciones populares que se sucedieron en el transcurso de los últimos 15 años. Aunque modestas y podemos calificarlas de insuficientes, las transformaciones democráticas realizadas desde la elección de Correa en 2006 provocaron una fuerte oposición en los sectores conservadores, acostumbrados a utilizar a los gobiernos como correa de transmisión de sus intereses.
Frente al intento de golpe de Estado, una multitud de ciudadanos y organizaciones se movilizaron durante la jornada del 30 de septiembre para exigir la liberación del presidente Correa. Una vez liberado, Rafael Correa pudo hablar a una parte de sus partidarios que se mantenían en la plaza frente al palacio presidencial.
El CADTM, que nunca dudó en expresar sus críticas con respecto al gobierno de Rafael Correa cuando consideró que éste adoptaba medidas que no permitían el avance del proceso de emancipación en curso, denuncia enérgicamente el intento de golpe de Estado que comenzó el 30 de septiembre. El orden constitucional debe ser respetado, la democracia debe ser reafirmada. El CADTM llama a la solidaridad internacional en favor de la movilización popular en defensa de la democracia. Para consolidar el proceso de democratización actual de Ecuador, se debe conseguir la implantación de profundas reformas económicas y sociales.
Traducido por Griselda Pinero.
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