25 de mayo de 2010
Desde hace meses se están celebrando en Grecia manifestaciones contra el plan de austeridad que el gobierno, los dirigentes europeos y el Fondo Monetario Internacional han decidido imponer al pueblo griego. Hoy la dirección del país ya no esta en manos de sus electores sino que está tutelada por el FMI y las instituciones europeas, fuera de todo control democrático.
Desde comienzo de 2010, respondiendo al llamamiento de los sindicatos y de los partidos de izquierda, se han llevado a cabo muchas huelgas generales.
Esta lucha ejemplar es el eco de las de los pueblos de Europa oriental (Rumania, Hungría, Letonia, …), a las de los países de los Balkanes (Bosnia …), de Irlanda y, recientemente, Islandia, todos ellos confrontados a planes de austeridad similares.
Los pueblos de todos los países de Europa han sido, son o serán víctimas de estos ataques que pretenden hacer pagar a los asalariados, a los jubilados, a los parados, los efectos de una crisis profunda de la que no son responsables.
Son los “mercados financieros” (bancos, aseguradoras, fondos de pensiones, …), con sus prácticas especulativas al servicio de los accionistas y rentistas, quienes son responsables de esta crisis financiera que tiene como blanco la deuda pública de los países.
Principalmente es fruto de políticas fiscales favorables a los individuos más ricos y a las grandes empresas. La bajada de ingresos de estos regalos a los ricos han llevado a los gobiernos a financiar por medio de créditos una parte cada vez mayor de sus presupuestos. Más recientemente la caída de la actividad económica ha tenido como consecuencia una reducción de los ingresos fiscales. Por último, los planes de salvamento de los bancos han agravado aún más los déficits públicos, pero los poderes públicos no han aprovechado para hacerse con el control del sector financiero y cambiar sus prácticas.
¿Qué se ha financiado con ella?
La deuda pública de los Estados no ha servido para financiar la creación de empleo, ni para la mejora de los servicios públicos o las infraestructuras. Sólo ha servido para salvar a los culpables y para satisfacer los déficits presupuestarios provocados.
¿A quien aprovecha?
Precisamente a aquellos que ya se han beneficiado de los bajos impuestos (los más ricos), los bancos y las grandes empresas que, al mismo tiempo, especulan con los títulos de la deuda pública y se embolsan los intereses de las obligaciones del Estado. Una doble recompensa para los culpables.
¿Quién va a pagar?
¡Y un doble castigo para las víctimas! Es a las poblaciones pobres, a los que viven de su trabajo, a quienes hoy se va a exprimir para correr en ayuda de los beneficiarios de la deuda:
Bajada de los salarios y las pensiones.
Ruptura de la protección social.
Destrucción de los servicios públicos.
Cuestionamiento del derechos al trabajo.
Aumento de la fiscalidad por consumo, particularmente el IVA
Ruptura de la protección social.
Destrucción de los servicios públicos.
Cuestionamiento del derechos al trabajo.
Aumento de la fiscalidad por consumo, particularmente el IVA
Estos planes de austeridad no sólo no servirán para arreglar las causas reales de la crisis sino que van a hundir a millones de seres humanos en la miseria y la precariedad.
La red-CADTM-Europa hace un llamamiento al conjunto de fuerzas políticas, sindicales y asociativas a organizar en la unidad, -a escala nacional y europea- las movilizaciones necesarias para oponerse a estos ataques contra los pueblos de Europa.
¡Neguémonos a pagar la crisis. Preparemos un amplio movimiento social contra la deuda y las causas de esta crisis!!
En lugar de estos planes de austeridad es necesario atacar las raíces del problema:
Expropiando los bancos y su transferencia al sector público, bajo control ciudadano.
Realizando una auditoría ciudadana de la deuda pública con objeto de anular la deuda ilegítima.
Instaurando una verdadera justicia fiscal y una justa redistribución de la riqueza.
Luchando contra el fraude fiscal masivo del que son responsables las grandes empresas y los más ricos.
Poniendo bajo la lupa a los mercados financieros por medio de la creación de un registro de propietarios de títulos, prohibición de ventas a descubierto, …
Reduciendo radicalmente el tiempo de trabajo para crear más empleos (reparto del trabajo), manteniendo los salarios y las pensiones.
Socializando las muchas empresas y servicios privatizados durante los últimos 30 años.
Creemos una amplia movilización popular, más allá de las fronteras. Es necesario hacer converger las luchas locales al terreno internacional para atacar las políticas de regresión social.
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