
por Renaud Vivien, Damien Millet, Éric Toussaint (CADTM)
En un clima de represión concluyeron en Estambul las reuniones anuales del FMI y del Banco Mundial. Por segundo día consecutivo, los 10 000 policías turcos movilizados para la ocasión no dudaron en utilizar cañones de agua, gases lacrimógenos y vehículos blindados para dispersar a los manifestantes. La misma situación se produjo a finales de septiembre en la cumbre del G-20 en Pittsburgh, donde las protestas contra esta versión expandida del G8 también fueron suprimidas por la policía.
En un clima de represión concluyeron en Estambul las reuniones anuales del FMI y del Banco Mundial. Por segundo día consecutivo, los 10 000 policías turcos movilizados para la ocasión no dudaron en utilizar cañones de agua, gases lacrimógenos y vehículos blindados para dispersar a los manifestantes. La misma situación se produjo a finales de septiembre en la cumbre del G-20 en Pittsburgh, donde las protestas contra esta versión expandida del G8 también fueron suprimidas por la policía.